domingo, 27 de febrero de 2022

Huele a copa a punto de quebrase. La única manera de vencer en una guerra es evitándola




La única manera de vencer
en una guerra es evitándola.
George C. Marshall


Me observo, aún soldado, con el arma en las manos. Es un gesto confuso el que expongo. El semblante que muestro parece aceptación resignada. ¡Ay, si me viera el gran Musashi, qué vergüenza encubrir mis hormonas con estrés!

En cambio el gesto corporal, el asir de manos, es de “si hay que luchar se lucha”. Pero para luchar hay que tener motivos, o al menos un motivo tan valioso como la vida propia o la de los tuyos.

Se trata de una imagen trasnochada en el tiempo; esta foto, encontrada revolviendo cajones, se me antoja una noche sin estrellas ni música; no digo triste, digo que no levanta el ánimo, faltan luciérnagas saliendo del corazón y sobran juramentos que te impiden volar sobre “la deseable dignidad de haber muerto” -que diría Borges- por una patria que te impone a ese dios recreado en las armas.

No es que huela a guerra, la guerra es siempre con nosotros mismos, huele a duda, huele a rama quebrada, huele a un caminar por un desierto desahuciado; huele a vidrio, a copa a punto de quebrase, huele a gente con la patria tatuada, huele a patria con gente abandonada.


#нетвойне #Noalaguerra
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jueves, 24 de febrero de 2022

#нетвойне #Noalaguerra La destrucción como hazaña



#нетвойне #No a la guerra

La destrucción como hazaña; todo el mérito es suyo, Putin, alardea que las fuerzas armadas rusas, en el día de hoy, han alcanzado con "éxito" las metas codiciadas; que han derribado aviones, helicópteros y destruido más de ochenta infraestructuras terrestres. Y lo dice sin pudor, sin resquemor ni vergüenza alguna. En cambio el pueblo ruso ha inundado las calles y las redes sociales con un rotundo hashtag #нетвойне #No a la guerra.


Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.

Tristes, tristes.

 

Miguel Hernández Cancionero y romancero de ausencias.

 



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sábado, 12 de febrero de 2022

INSTRUCCIONES PARA REIR EN ÉPOCA DE CRISIS



Tras 10  o 12 años vuelvo a colocar este poema, porque parece que las cosas en Europa, tal vez por nuestras debilidades como europeos, llevan mal camino, se están manejando en provecho de otros, debilidades y defectos institucionales que no logran poner a las personas, a las PERSONAS, en el centro de todas las políticas, en cambio sí se ponen a las personas como carne de cañón para la guerra y ahí seguimos, sin aprender; os invito a reír, eso es honor y no la guerra.

Hoy solo soy un gruñido con un pecho esmaltado. Un loco confundido que se arranca los botones fingiendo que no es nadie y que a nadie pertenecen los sueños no alcanzados. Pero la risa, como el llanto, es contagiosa, y mientras miro los geranios en los balcones, caigo en la cuenta de reírme de todo y hacerme reverencias a cada paso balanceando mi torso hacia adelante e inclinando la cabeza hacia mi ombligo. De esta guisa, mis manos se recrean en evasivas, poniendo excusas a los pies para caminar despacio, slow people, me digo, slow people reafirmo, convencido de que el que ríe el último no ríe mejor, ríe menos o quizá ya no ría nunca más a causada un atracón de rigurosa intransigencia.

Reír se me antoja una máscara veneciana para ocultar la tristeza y ser a ratos un polichinela filosófico y burlesco, soñador a veces y acaso aventurero lleno de dilemas. Así entre latidos y espasmos me provoco la risa, una risa de gato malcriado que se relame el hocico ante una araña atrapada en su propio tejido, pero busco la risa activamente para apuntalar los complejos y avivar esa chispa inflamable que es la vida.

No hay función más sana que reír, reír y ser, que sin ser no es posible la risa, ni es posible madrugar ni sacar la lengua ni apretar las manos ni abrazar con fuerza. Me río sentado y me río en horizontal, y me río de pie para frenar mi indiferencia, me río de cualquier guisa mientras escribo estas letras con todas las instrucciones necesarias para reír, reír con pausa, reír con vehemencia, reír con afán, reír solo, reír en compañía, reír entre tambores o con trinos de jilguero, pero reír riendo, reír porque sí, pero sobre todo reír por filosofía para inocular el virus de la risa al mundo como antídoto a la crisis y a la mala uva.

No sé si al ponerme en cuclillas me provoco la risa o las agujetas, pero las horas se funden y un instante ya es pasado o quimera imperfecta y ya está bien de pedir excusas, de sentir miedo y de pedir perdón por las tachas de otros; si bastara un soplo de cordura, si suficiente fuera alcanzar la rebeldía con un simple beso en la espalda del desconcierto, para encontrar la libertad de reír a manos llenas y calzón quitao, que es al fin lo que todos ansiamos.

Hoy que España es una burbuja a punto de reventar, no podemos seguir perdiendo el tren de la risa, reír es dual, difícil pero sencillo, tener en cuenta que para reír a gusto tan solo hay que abrir la boca y coger aire, luego soltar la carcajada y reír a muerte todo el rato.

Hoy es un buen día para colocar incienso en los balcones, hay que dar estabilidad al color y escribir mensajes nuevos en las hojas del trébol para decirle al mundo que la risa es universal, que la sonrisa es nuestra y la risa es de todos.





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