Senderismo poético España, Andalucía, Almería, Níjar, Huebro. Ruta del Agua
Iniciamos un trayecto lineal, que parte de Níjar para transcurrir por la Ruta del Agua hasta el enclave de Huebro (pequeño caserío en las estribaciones de Sierra Alhamilla), población de no más de 20 habitantes. Tramo muy bien señalizado que forma parte del sendero de gran recorrido GR140, Sendero Almería, de unos 170km de trazado que cruza en diagonal la provincia, desde el Puerto de La Ragua (1998msnm) hasta Cabo de Gata, a pie de mar.
Recorrido amable y un día primaveral de antología que nos acompañó durante el ascenso a Huebro y posterior descenso al punto de inicio en el centro de Níjar. Abundante agua, vegetación diversa y zonas de cultivo abancaladas en todo el trazado natural de un barranco escarpado inmerso en un entorno abrupto cuyos habitantes durante siglos pudieron subsistir en base a una agricultura de regadío tradicional al haber sabido utilizar con inteligencia el flujo natural del manantial de La Zanja, en el mismo núcleo de población, habiendo sabido salvar con ingeniería de brazo y tesón abruptas quebradas y grandes desniveles para repartir sabiamente el bien más preciado que es el agua. Actualmente se conservan los restos de 19 norias en los 3 km lineales en que salva un desnivel de 400 m. Agua, fuente de vida, omnipotencia del hombre.
Níjar, municipio en que el Instituto Nacional de Estadística, sitúa, en el presente mes de mayo 2021, a la cabeza de los municipios más pobres de España. No sabemos bien qué es la pobreza o la riqueza, viendo de primera mano grandes tesoros naturales como son el agua, el sol, vastas extensiones tanto en llano como en montaña, mar y playa, historia, tradiciones y cultura, materia prima para la actividad económica, elementos más que suficientes como potencial de riqueza para el presente y el futuro. Entendemos, que, vistas las estadísticas, este potencial de riqueza pudiera estar estratégicamente mal gestionado y en especial, mal distribuido políticamente.
En un alto a mitad de camina, rodeados de naturaleza surgieron improntas poéticas y se recitaron poemas y haikus.
Arribando a Huebro observamos algunas pequeñas zonas de cultivo y, como antaño en los pueblos, corrales con animales y justo a la entrada del poblado, lo primero que nos llama la atención, junto a los antiguos lavaderos, es la fuente manando agua por un generoso caño, se agradece el frescor del agua y su sabor limpio. Entablamos conversación con algunas personas, entre ellos con el bueno de Benito, veteranísimo habitante del poblado quien nos inquiere acerca de antiguos conocidos suyos de la capital, nos pregunta por ellos y, en su candorosa ingenuidad, aprendimos aspectos de la vida tangibles y evidentes como que los burros tienen 4 patas, un hocico y dos orejas y se nos vino a la cabeza que algunas administraciones públicas usan las estadísticas cuando no tienen pienso y ven menos que un muerto boca abajo, que contra el hambre no hay pan duro, Níjar por no tener no tiene ni stress ni prisa pero le sobra la risa y la sonrisa y acá en el pueblo más pobre de España pudimos disfrutar de su simpar riqueza y redondear el día comiendo, valga la redundancia, papas a lo pobre en el pueblo más pobre de España, en Casa Enriqueta, muy bien atendidos por Pilar, hija de la propietaria.
Itaca
(Magistralmente recitado por Libertad)
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Poema de Konstantino Kavafis
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