Eludir al búfalo
Intro al libro de poemas Allá donde empieza la locura
Cómo
será el corazón de un loco. Qué cristales o qué dogmas o qué tantas cosas
deberán tragar, justificar, explicar, soportar, alzarse o rebelarse.
Qué tambores tendrá que golpear con sus manos de
loco para detener los caminos que lo embisten con la intransigencia de un
búfalo que se baja del tren sabiendo que ya no le quedan más espacios donde
arremeter su pertinacia, su porfía, sus embestidas.
La
magia, como la poesía, se maneja por una conversión simbólica de todo el
universo.
Olga
Orozco (Argentina, 1920).
Pero
ojo, cada planeta es un dolo, un desfalco, un timo donde los espejos son izados
cada mañana y encumbrados a las ondas celestiales (léase televisión y redes
sociales) para ser aplaudidos, izados y amamantados por los que aún no tienen
la condición de loco.
Estoy
hecha con la misma sustancia del abismo y oficio contra la nada mi caída en las
inmóviles tinieblas.
Olga
Orozco (Argentina, 1920).
La poesía es un juego que te puede llevar a la
sinrazón de la cordura. Podemos abrir abismos sin más norte que esperar al rayo
que volteará los ojos hacia la exacta locura de ser poeta. O se está loco o no
se está, no valen las medias tintas.
Palmo
a palmo, virando de un día a otro fulgor, de una noche a otra sombra, llegas
con cada paso a ese lugar al que te remolcaron todas las corrientes.
Olga
Orozco (La Pampa, 1920).
Hay
un enorme surtido de poetas en las redes sociales, un manojo de locos en
potencia que exhiben su belleza, su yo perfecto, y se presentan al mundo, no
para mostrar lo que somos o lo que queremos ser, nos presentamos al mundo, para
decirles cómo queremos que nos vean.
Es
que todavía nos faltan unos hervores, unos puntos de locura.
La belleza no es locura.
Aunque yo esté rodeado por mis errores y mis
ruinas.
Ezra Pound (EEUU, 1885).
El
poeta que inspiró al fascismo.
Sabemos
la facultad que tienen los espejos de cambiar la derecha por la izquierda, de
ser capaces de identificar el alma de las personas, e incluso, de hacer que te
quedes atrapado en esa doble imagen donde puedes ver el universo, pero, en
cambio, no logras verte, y formulas preguntas que, tú mismo, desde el otro
lado, te respondes.
Miedo
de ser dos
camino
del espejo:
alguien en mí dormido
me
come y me bebe.
Alejandra
Pizarnik (Argentina, 1936).
Pero el perfume de un loco no huele a
desánimo ni a renuncia, huele a orfandad, a relego, huele a ruptura, es el
huracán que duerme en su propia armonía, soportando la fiebre, el miedo y el
temporal.
Para
llegar allí había que pasar
por
el fondo del alma; había que internarse por pantanos en los que chapotean la
muerte y la locura.
Olga
Orozco (Argentina, 1920).
Hondar
más los abismos y hallar la piedra o desnucarse o romperse un hueso, diría que
el de la muñeca para que durante un tiempo no escriban, que sientan el dolor de
no ser ni estar.
El
loco yerra, pero no miente. Además, tiene la peligrosa manía de decir la verdad.
España es la que está loca, no yo.
Leopoldo María Panero (España, 1948).
No
sabe el loco de la brevedad del trueno, es un viajero en precario, pero no es
fugaz, breve ni efímero, él puede trepar todas las montañas de su país de
sueños para eludir al búfalo.
LIBRO COMPLETO
132 PÁGINAS
https://www.amazon.es/All%C3%A1-donde-empieza-locura-Poes%C3%ADa/dp/1976386217
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Gracias por echar un vistazo y dejar un comentario
en estos sitios donde puedes ver algunos de mis trabajos.
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Siempre es un placer leerte,poeta. Me encanta.
ResponderEliminarUn placer, Mirian, ser leído por vos, gracias,
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